Fin de semana en la montaña palentina a paso lento

Es un amanecer frío, pero no ha helado pese a lo avanzado de la estación otoñal, desde la ventana vislumbro el robledal que cubre las laderas de un tono ocre, contrastando con el verdor de los prados. Un gorjeo incansable entra por la ventana desde el exterior mientras varias hurracas husmean por los tejados del pequeño pueblo emitiendo su característico reclamo. Me asomo por el ventanuco que da a la parte de atrás y percibo cómo algo se mueve entre las hojas del manzano que tengo frente a la ventana, aparece y desaparece como por arte de magia hasta que logro ver asomarse a un pajarillo de tono pardo, a juego con el robledal de otoño, apareciendo ente las ramas para acto seguido volar hasta un tejado y dejarme ver su silueta antes de desaparecer de nuevo en una oquedad del muro. Un chochín paleártico, de sugerente nombre científico troglodytes troglodytes, es quien reclama mi atención. Ese nombre es asociado en la literatura científica por buscar oquedades y c...