Esos pequeños peluches tan monos... y con tantos problemas: Visones
En el medio ambiente nada es aislado. Todos los fenómenos se afectan unos a otros, a la vez, todos se ven influenciados. Olvidar este movimiento y la interacción del universo impide que veamos claramente incluso las cosas simples. Friedrich Engels
En tan solo 100 años, el visón europeo ha pasado de ocupar gran parte de Europa, a contar con solo 3 poblaciones aisladas entre sí y, además, en regresión por la competencia con el introducido visón americano, a parte de por la histórica degradación y destrucción de su hábitat. Las tres poblaciones son:
-Norte y centro de la Rusia europea.
-Delta del Danubio (Rumanía).
-Sudeste de Francia y centro-norte de España.
Si el visón europeo llegó a España por introducción humana o de forma natural, crea una cierta controversia, aunque no es aventurado decir que lo más factible es que se tratase de una expansión natural desde el norte de Francia debida a una separación poblacional en el extremo occidental de su distribución, expandiéndose hacia el oeste de Francia. Antes de 1955 no hay citas de este mustélido en España, y en Francia tampoco existen cifran anteriores al siglo XIX.
La primera referencia de visón europeo en España se recogió en Guipúzcoa en el año 1951, dando credibilidad al dato de que la población española de visón europeo es la continuación de la colonización que este mustélido inició por el sur de Francia desde principios del XIX.
Aunque se estima en un estudio que los ejemplares de Francia y España pertenecen a la especie Mustela lutreola biedermanni, debido a pequeñas diferencias, los estudios que en aquél entonces se realizaban indicaban valores muy bajos de divergencia genética entre las poblaciones rusas y las nuestras, poniendo en duda que se trate de una subespecie.
Se trata de una especie generalista muy ligada al medio acuático, sus presas potenciales se encuentran en los bosques de ribera bien conservados, con buena cobertura vegetal, bastante anchura y por lo tanto con rica biodiversidad. Pequeños mamíferos (ratones de campo o topillos), pájaros de los sotos, algunas aves acuáticas y peces (generalmente barbos), son sus presas más frecuentes. Depreda también sobre el cangrejo americano (especie invasora), muy abundante en la cuenca del Ebro.
Si en cautividad se ha comprobado que pueden llegar a vivir 7-8 años, su esperanza de vida en el medio natural se reduce drásticamente a unos dos años. Hay estudios que van más lejos limitando esa media a 22 meses para las hembras y 20 para los machos, habiéndose comprobado también que algunos pocos ejemplares han llegado a los 5 años. Esto da como resultado una muy pobre descendencia, al poder únicamente reproducirse una o dos veces a lo largo de su vida, lo que dificulta aún más su recuperación poblacional.
La población de España y Suroeste de Francia presenta una escasa variabilidad genética y elevada consanguinidad, lo que a corto y medio plazo supondrá problemas relacionados con la endogamia, como el debilitamiento del sistema inmunitario, reducción de la fertilidad en las hembras, aumento de mortal prenatal y perinatal, alteraciones del comportamiento… La división entre la población española y francesa aumenta aún más ese aislamiento genético.
Varias son las causas históricas del mal estado de la población del mustélido:
--La pérdida, deterioro, destrucción y fragmentación del hábitat ha sido uno de los factores más importantes en el ámbito centroeuropeo, la contaminación del agua por metales pesados (plomo y mercurio), o por compuestos organoclorados, que disminuyen la capacidad reproductiva, aumenta la mortalidad y afectan al crecimiento de visones y nutrias.
--La caza es otra causa histórica de la regresión de la especie debido a su piel. Furtivismo y capturas indiscriminadas durante el siglo XIX y XX tanto en Rusia como en otros países de centro y norte de Europa. Hoy en día esa incidencia sobre la población es casi nula, pero a cambio hay una alta mortandad debida al desarrollo de infraestructuras fluviales y provocadas también por el tránsito rodado en las carreteras.
--En España, la principal amenaza es la competencia con el visón americano y el hecho de que ocho administraciones diferentes sean quienes lleven las competencias de conservación de la especie, lo que ha hecho perder tiempo a la hora de acordar procedimientos contra ese enemigo común. Aún así, la mejora del hábitat es crucial para la especie y poco o nada se hace para solucionar este problema, pues modificación, canalización y fragmentación de los cursos fluviales es aún una realidad en España.
--Asimismo las enfermedades como la aleutiana del visón, provocada por un parvovirus, o el moquillo, son epizootias que atacan y merman la población salvaje de visón.
¿Por qué el visón americano (neovison vison)es la principal amenaza?
Son animales que tienen el mismo nicho ecológico, lo que ofrece una fuerte competencia con el invasor americano que, además, es de mayor tamaño, más agresivo, más generalista si cabe en cuanto a alimentación de otras especies y tamaños de presas, se adapta mejor a otros hábitats, más capacidad de reproducción (implantación diferida por ejemplo, lo que garantiza la supervivencia de la camada al nacer en la mejor época)… El visón americano llega incluso a atacar a grandes machos y hembras de visón europeo; presuntamente es causa de la transmisión del virus que provoca la enfermedad aleutiana tanto al visón como a otros carnívoros semiacuáticos.
Pero no solo el visón europeo sufre esa regresión debida al americano, otras especies ven reducida su población al ser este un gran depredador de las mismas, como es el caso del desmán ibérico, el cangrejo de río, rata de agua y otros anfibios y reptiles.
Este problema no sólo está en nuestra población de visón, el visón americano ha sustituido también al europeo en las otras dos poblaciones rusa y rumana.
¿Queremos seguir teniendo al visón europeo en España?
Pues no son muchas las cosas que hay que
hacer, pero si son complejas de imponer. Con la simple conservación de su
hábitat, evitando la fragmentación que corte su territorio en el río, conservando
la vegetación riparia y bosques de ribera, mejorando la calidad del agua y
tratando de recuperar tramos fluviales para volver a conectar al menos las
poblaciones más próximas, se ganaría mucho a la hora de implementar las otras
dos grandes medidas para su conservación: la eliminación del medio de su más
directo competidor, el visón americano, y la cría en cautividad que desde hace
una década al menos se está realizando. Los llamados procesos estocásticos dan
una vulnerabilidad mayor a las poblaciones pequeñas, como sucede al visón
europeo, pudiendo causar la extinción un simple azar reproductivo, escasa
probabilidad de encontrar pareja… Los
adultos, por ejemplo, rara vez se separan más allá de
¿Y qué hay del visón americano?
Mucha culpa se le echa a este animal que simplemente se ha sabido adaptar perfectamente al medio donde fue introducido, si bien esas introducciones han corrido a cargo habitualmente por escapes en granjas peleteras o por sueltas de grupos animalistas en esas mismas granjas. El ser humano, como siempre, es la raíz del problema, un acertijo que no es capaz de resolver y es el propio ser humano quien ha de poner de su parte ahora si quiere que no desaparezca del planeta una especie autóctona europea o, por el contrario, la damos ya por perdida y aceptamos el cambio de la especie autóctona hacia la invasora americana y que el propio medio, con el tiempo, halle su equilibrio.
La mayor población de visón americano se encuentra en el norte de Palencia, Burgos y Soria. En la región del país vasco se ha creado una población de visón americano dentro del área de distribución del visón europeo, y que avanza hacia el sur y el este de esa localización; otras poblaciones, como la que empezó en Teruel, y que se han ido extendiendo, amenazan la expansión del visón europeo en la cuenca del Ebro.
A parte del tamaño, físicamente se puede diferenciar a ambos visones por la mancha blanca en los labios, que el europeo presenta en labio superior e inferior, y el americano sólo en el inferior.
Entonces, ¿Qué hago si veo un visón americano?
Pues rápidamente cualquier persona medianamente concienciada con la conservación de nuestro visón autóctono diría que matarle, poniendo su granito de arena para la eliminación del medio de este animal, pero no es eso lo que hay que hacer. Primeramente no es fácil distinguir a simple vista a ambos animales, e incluso a otros de la familia de los mustélidos como el turón o la propia nutria, con lo que a cualquier profano que se le ocurra hacer eso, es muy fácil que termine con uno de estos animales en lugar de con el pretendido “enemigo”. Por otro lado están las implicaciones éticas de matar a sangre fría a un animal cuyo único pecado ha sido sobrevivir sabiendo adaptarse a un medio al que no hubiera llegado de ninguna manera si no es por nosotros.
No me considero animalista, simplemente creo que el ser humano ha de adaptarse a los tiempos que corren y la única manera de hacerlo hoy en día es siendo respetuoso con el medio natural y, poco a poco, irse creando en la población una marcada conciencia que evitará que ninguna persona quiera matar, por el simple hecho de divertirse, a un animal. Atrás quedaron las románticas épocas de tramperos de Jack London en el frío norte, con sus épicas aventuras; hoy en día es del todo innecesario ese trato hacia el medio natural y quienes lo habitan, medio de cuya fragilidad se está alertando y cada escollo que se pone es un paso más hacia la destrucción total y la desaparición de todo aquello que no sea domesticado. Destruimos el medio en el que viven para adaptarlo a nuestras comodidades, empobreciendo con ello nuestro propio hábitat, cazamos por diversión todo aquello que no está bajo nuestro control. Solo dar un paso a favor de esto mejoraría ostensiblemente las poblaciones de numerosos animales y facilitaría el poder seguir dando pasos más complicados en pos de la recuperación de las especies en peligro, creando corredores naturales, eliminando obstáculos tanto en el medio terrestre como en el acuático… ¿De qué sirve erradicar al visón americano, si no se toman medidas correctivas sobre esto otro? Le daríamos algo más de tiempo al europeo, pero simplemente alargaríamos la agonía de una especie que, como está sucediendo con el urogallo cantábrico, finalizará con algún individuo solitario en algún tramo fluvial buscando pareja que no encontrará, al estar la más cercana aislada a su vez en otro tramo muy alejado y con barreras infranqueables.
Ya en 2005 se presentó en España un grupo de trabajo para el visón europeo, cuando estaba incluido como vulnerable en el catálogo nacional de especies amenazadas. No se partía de cero ya que existían en diferentes regiones planes para esta especie, además de proyectos life en marcha para la conservación del visón europeo en España, en concreto 4 (tres para desarrollar entre 2001 y 2004, y uno para el periodo 2002-2005), aparte de otro proyecto de cooperación para la conservación en 2004-2005. Desde 2011, la UICN lo considera dentro de su lista roja catalogado en “Peligro crítico de extinción” y desde 2017, en España por fin se ha catalogado como “especie en situación crítica” incluyéndose a su vez en los anexos II y IV de la Directiva Hábitat, además del anexo II del convenio de Berna.
Anteriormente a los años ’90, la población española de visón europeo se estimaba en unos 1000 ejemplares. Un estudio realizado entre 1999 y 2001 estimó un descenso en la población, contabilizándose entre 500 y 600. En 2003 se consideraba que había menos ya de 500 ejemplares, repartidos en un elevado número de fragmentos de hábitat favorable, que abarcan entre 1900 y 2100 km de río.
Aunque todo el eje se ha puesto en la erradicación del visón americano, frenar la alteración del hábitat restaurando el medio por el que se mueve para procurar que no estén aisladas las poblaciones es fundamental para que la especie vuelva a recuperarse, conociendo además que fue la primera causa de su rarefacción en Europa. Entre estas medidas sobre el hábitat están la recuperación y conservación del mismo, comunicación entre núcleos reproductores o poblaciones, y la reducción del nivel de sustancias tóxicas y contaminantes del agua. Si bien la caza en España de este animal ya no supone un problema, sí que lo es su mortalidad por causas antrópicas como atropellos o ataques de perros, circunstancia que tampoco se ha corregido.
Hacia el visón americano, entre otras, se recoge la eliminación de las poblaciones asilvestradas de este mustélido que se encuentran en el área de distribución del europeo, además del control y rápida eliminación de ejemplares aislados de visón americano; el resto de medidas son casi exclusivamente para el control y erradicación de granjas peleteras, pero deja un último punto para diseñar métodos complementarios al mero descaste para controlar el avance del mustélido invasor.
Si nos pensamos que este problema es sólo en Europa, expongo aquí lo que ha sucedido en la Patagonia Argentina desde la década de los ’30, donde se instalaron criaderos con este animal, procedente de Canadá y EEUU, para la confección de abrigos (en esto no difiere nada de Europa):
La crisis de esa industria y la liberación al medio de los ejemplares, provocó su rápida expansión y ese carácter oportunista lo ha transformado en una amenaza seria para especies en peligro de extinción como el maca tobiano, la gallineta chica o el pato de los torrentes. Quede como ejemplo que un solo visón, en una sola noche, puso en peligro a toda una especie como el citado maca (podiceps gallardoi) ave endémica de la provincia más austral de entre las continentales de ese país, muy selectivo en sus hábitos y que nidifica en las lagunas altas de la meseta, donde establece su colonia cada verano. En 2011, un ejemplar de visón descubrió una de esas colonias y mató a 33 aves adultas, sus pichones, destrozó los huevos y los nidos. Hoy, esta especie cuenta con sólo 750 individuos, siendo el visón americano uno de sus principales enemigos. Pero el visón no es la causa de tanto declive a una especie, sino la última gota que colma el vaso.
Dinamarca sacrificó a 17 millones de visones americanos al inicio de la pandemia del covid 19 tras demostrarse que hospedaban el virus. La enfermedad Aleutianas de la que ya se ha hablado es otro patógeno que el americano ha puesto en circulación, terminando con buena parte de la fauna asociada al medio en Europa.
Europa además, según artículo publicado en el diario El Mundo, atraviesa la epidemia de gripe aviar más devastadora de su historia, con más de 50 millones de aves de corral sacrificadas en un año. En otoño, aparecieron en la costa gallega alcatraces y gaviotas muertas a causa del virus, días después, comenzaron a morir visones americanos de una granja peletera próxima. Un estudio indica que el virus saltó desde las aves a los visones y mutó en la propia explotación, transmitiéndose entonces entre los mismos mamíferos. Se trata de un virus de gripe A (H5N1) que es altamente patógeno con una mutación (T271A), característica que estaba presente en la gripe porcina que en 2009 causó otra pandemia entre los seres humanos. Se terminó con la vida de los 52.000 visones de la granja el 18 de octubre. Es un virus que se transmite con facilidad entre aves, pero que es más difícil de ave a humano, aunque ya hay varios casos documentados en el mundo. Pero este brote de La Coruña, pone de manifiesto la capacidad de mutación del virus para adaptarse y saltar de mamífero a mamífero.
Jeremy Farrar, director científico de la
OMS ha dicho que “El mayor riesgo para que haya una pandemia de gripe devastadora es que un virus de la gripe aviar o de otro animal infecte a un mamífero intermediario y evolucione, transmitiéndose entre mamíferos y entre humanos, que tendrían poca o nula inmunidad”.
El epidemiólogo Matthew Baylis, exdirector del instituto de pandemias de Liverpool, también ha reaccionado al análisis del brote gallego: “Hace dos años escribí sobre los riesgos de la cría de visones para la covid. Y ahora vemos riesgos aún mayores para la gripe aviar, ya que el visón ofrece una magnífica oportunidad para que el virus se adapte a los mamíferos. De ahí puede venir la próxima pandemia”
Son portadores también estos animales invasores de patógenos como la toxoplasmosis o la leishmaniosis, que pueden llegar a ser zoonóticos. No obstante, es quizás mucha carga para un pobre animal, tal vez haya que empezar a plantearse ciertos cambios a nivel humano y dejar de buscar culpables en la naturaleza, pues esos culpables lo son por el simple hecho de haber sido de utilidad para el hombre y haber sido explotados para nuestro beneficio. Movemos todas las fichas del tablero y luego pretendemos que el equilibrio siga siendo el mismo, y esto no funciona así. De la naturaleza nos hemos servido para alimento y abrigo, pero hoy en día, nuestra superpoblación hace impensable que el medio natural nos pueda seguir sirviendo de igual forma, y los adelantos técnicos han supuesto que la industria nos pueda surtir sin esquilmar del todo al medio natural. En muchos casos se crean granjas para nuestro propio sustento, además de estas para vestirnos (aunque más bien, el caso del visón es por postureo que por simples motivos de protección ante las inclemencias meteorológicas). Sobre esas granjas donde se hacinan animales que nos sirven como alimento recomiendo escuchar el podcast que sobre las macro granjas han realizado el equipo de “entre pinos y sembrados”, donde explican bien todo lo relacionado con esas granjas y los peligros que el uso de antibióticos preventivos a esos animales pueden suponer para nuestra futura supervivencia en el planeta.
¿De dónde viene realmente el problema en España?
Casi en paralelo a las primeras apariciones del visón europeo en nuestro país, en 1958 se fundó en El Espinar (Segovia) una granja de visones americanos. A principios de los años ’60 comenzaron a reportarse datos de visones en el medio natural procedentes de escapes de la propia granja. La posterior proliferación de pequeñas explotaciones durante los años siguientes, no hicieron más que continuar con la propagación accidental en el medio de estos animales. Fue la primera población invasora de visones americanos en España, que actualmente se ha extendido por Valladolid, Ávila, Zamora, Cáceres, Toledo, Madrid y Guadalajara.
En 1984, el ciclón Hortensia provocó la destrucción, y con ello la liberación accidental de visones en el río Mero, en Galicia, donde aún existe una población estable del mustélido.
En 1990, una granja de Sarrión, en Teruel, quedó en bancarrota y liberó a más de 8.000 ejemplares, quedando poblaciones hoy día en Teruel, Cuenca, Castellón y Valencia. Se podría decir que una especie alóctona es difícil que dé lugar a una población estable en un medio que le es hostil, y es cierto que en cada escape o liberación, numerosos ejemplares mueren por atropellos o cazados por depredadores como zorros o rapaces, cosa previsible al tratarse de animales que nunca habían vivido en estado silvestre; pero los que lograron sobrevivir, debido a las características propias de la especie antes descritas, lograron crear poblaciones estables y adaptarse al medio. Todo esto no logró que un grupo de los denominados animalistas (pues ecologistas no pueden llamarse al no prever los daños al medio ambiente que provocan sus actos), liberasen en 2001 a 13.000 ejemplares de una granja peletera en La Puebla de Valverde (Teruel). En 2006 fueron 15000 los animales liberados en La Coruña y otros 2000 en Gerona en 2007.
El animalismo es, tal y como ha quedado demostrado, una actitud visceral y poco meditada hacia el medio natural. No solo estos actos provocaron la muerte de numerosos animales liberados, sino que agravaron y expandieron el problema de una especie invasora hacia diversas regiones españolas, llevando con ello a dar la puntilla a especies como el visón europeo o el también muy escaso desmán ibérico. Especies autóctonas que han entrado en serio peligro de extinción motivado por la suma de muchas circunstancias, pero esta competencia por el nicho ecológico en el caso del visón, y la predación hacia el pequeño desmán, los ha llevado al límite extremo del que es difícil que salgan.
Se puede estar de acuerdo en que se debe de intentar por todos los medios posibles la eliminación del animal invasor tratando de no terminar con su vida, aceptando las tesis de sesgo marcadamente animalista de que el animal es al fin y al cabo una inocente víctima de nuestra codicia y del histórico mal uso del medio natural. Pero, ¿De qué manera? La captura en vivo supone que ese animal va a volver a ser encerrado en una granja, no liberado en su medio natural (dudo mucho que en la zona de donde proviene quieran que decenas de miles de visones sean liberados provocando una superpoblación en un medio que ya está en equilibrio). El problema de ser encerrado de nuevo en granjas es que vuelves a poner el riesgo de escapes o sueltas sobre el tablero y, a parte, no entraría dentro de la ética animalista el hecho de que el animal termine sus días encerrado entre barrotes y hacinado. Es muy difícil la solución si dejamos que nos lleven los sentimientos hacia un animal, que despierta toda nuestra ternura al tratarse de un pequeño peluche suave y alegre. No quisiera ser yo el que tenga que tomar la decisión de matar al pobre visón americano, ni ser quien deba de ejecutar la sentencia de muerte a este bonito animal, sólo perjudicial por nuestra propia codicia a la hora de cambiarlo de su medio natural a otro donde no estaba presente, ni lo estaría nunca. Cada vez que movemos una pieza del tablero, desequilibramos todo y provocamos que tengan que caer otras para que persista el equilibrio.
https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/especies_y_habitats/vison_europeo/
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/01/25/63d02db9fdddff64818b45e4.html
https://es.mongabay.com/2022/09/vison-americano-es-una-especie-invasora-en-argentina/
https://www.ivoox.com/tertulia-macrogranjas-por-son-tan-criticadas-11-audios-mp3_rf_86357117_1.html
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