Mis compañeros de piso

En la naturaleza, cuando pasas tiempo en un pueblo donde no hay servicios, donde apenas te cruzas al día con uno de los escasos vecinos que allí viven y suele ser coincidiendo con la llegada de la furgoneta del panadero a media mañana; cuando a tu alrededor tienes bosques, prados y pequeños arroyos que se descuelgan suavemente desde las cumbres vecinas, la soledad no se siente como cuando vives en una ciudad, siempre, quieras o no, rodeado de gente, con todo tipo de servicios y donde cada vez que sales te cruzas con cientos de personas a las que a buen seguro nunca has visto antes. Aquí en el pueblo la soledad no se percibe, con cualquiera que te encuentres intercambias algunas palabras, le conozcas o no y cuando a nadie ves, es porque estás suficientemente atareado como para no percatarte de que has estado solo todo el día; allí en la ciudad, sin embargo, estar solo es sinónimo de tristeza y abandono, con nadie que no conozcas intercambias palabra algun...