Entradas

Sobre la estética del paisaje

Imagen
      ¿Puede un ave que sobrevuela los cielos admirar el paisaje que desde allí avista, percibiéndolo como bello o como desagradable si así lo fuera?, ¿o acaso esa concepción intangible es única en la especie humana?     ¿Qué observa el gato montés que, sobre un prado, simplemente reposa con la mirada puesta en el horizonte? ¿O el lobo que, también en reposo, dirige su mirada hacia el atardecer en el   collado entre roquedos donde se guarece durante el día?     Cada respuesta nuestra a una pregunta de ese tipo no obedece más que a la visión antropocéntrica que tenemos del mundo y no deja de ser una repuesta subjetiva a algo que no podemos conocer, si no es basándonos en ideas y conceptos muy personales sobre nuestra actitud o punto de vista hacia la naturaleza. Esa visión antropocéntrica aludida no es algo negativo ni falto de visión natural. El ser humano, por mera lógica, verá el mundo desde su propia perspectiva. Nunca podrem...

¡What a wonderful world!

Imagen
Simplemente eso: https://clipchamp.com/watch/xadSOUYRLui  

Un paseo al atardecer

Imagen
      En el invierno, el atardecer es precoz, casi podría decirse que madrugador. Si te demoras mucho reposando la comida, no llegarás a ver el crepúsculo que te propones si el paseo es suficientemente largo. Por eso decidí, viendo la hora que era, simplemente salir a caminar hacia donde sabía que al menos podría ver un horizonte extenso, pese a no ser el lugar donde los atardeceres más me cautivan, y no por demérito de la atalaya escogida, sino por el espectáculo grandioso que se contempla desde la pretendida. El cielo, no obstante, estaba plomizo y no auguraba un colorido como el que me suele cautivar cuando me encaramo para disfrutar de los ocasos.     Nada más dejar el asfalto, el barro muestra los dibujos de quienes pasaron por esa pista antes de hacerlo yo. Un vehículo todoterreno deja sus marcas cegando con su profundo dibujo la impronta de los seres vivos que por allí deambularon antes de que lo   hiciera el automóvil. Pero no todas esta...

Un cuento ancestral de rabiosa actualidad

Imagen
       El presente obliga a los cuerdos a dejar de lado el pasado, relegando en algún rincón de la mente las historias vividas que a menudo afloran durante el duerme-vela previo a los sueños. Días en los que quizá un recuerdo evoca sentimientos de nostalgia que, al recostar la cabeza para dejarse llevar por los espectros de la noche, te sumergen en tu propia historia narrada en tercera persona. Esta es la historia de Mac, mi historia.        - ¡Un oso, ese ha sido el causante!-    - ¡Un lobo solitario, yo lo he visto por aquí alguna vez, mientras corría ahuyentado por la guardia que de noche patrulla!-     No muy lejos, a un par de kilómetros del poblado, el cadáver de uno de sus jóvenes habitantes ha aparecido parcialmente devorado, tendido en una vaguada verde flanqueada por blanca caliza.     En el poblado se reúnen todos los habitantes a fin de debatir sobre la seguridad del cercado. Nadie había vi...

la llamada de lo salvaje

Imagen
  Quiero traer a este lugar un poema recién descubierto en mis incesantes búsquedas de autores sobre la naturaleza (nature writers que llaman los esnobs), escrito por el llamado “bardo del yukon”, Robert W. Service. No es fácil encontrar escritos en español de este poeta, pero he adecuado algunas de las traducciones que he encontrado, mezclando el trabajo de esas personas y buscando la que yo creía más correcta, dentro de mi pobreza lingüística en el idioma inglés, ayudándome de los traductores que internet provee. Al tratarse de un escrito de finales del XIX o principios del XX, hay una complejidad extra para traducirlo de manera que no pierdan la belleza tienen los poemas, cuyas pobres traducciones muchas veces desmerecen el trabajo del autor en su idioma original. Esperemos que algún día una editorial considere esta obra de interés y podamos disfrutarlos en nuestro idioma, traducidos por una persona con los conocimientos que merece el texto en cuestión. ¿Has contemplado la des...

20 segundos. Historia detrás de una fotografía.

Imagen
      Es una foto más, en poco difiere de otras muchas que tengo o que ese mismo día he sacado. El trasfondo es un bosque otoñal, un arroyo y el atardecer. Pero tras ese encuadre hay una historia que dura los 20 segundos en los que el obturador estaba abierto para capturar toda la luz que me interesaba y darle al arroyo ese toque algodonoso que tan vistoso queda.     Algo se escucha tras de mí mientras coloco la cámara en la posición que creo adecuada. Estoy rodeado de un inmenso bosque: el monte Hijedo. Todo lo que me envuelve son hayas, robles, avellanos, acebos o tejos, bajo los cuales hay un fondo arbustivo de lo más variado, incluso en los recodos donde el hayedo no ha ocultado totalmente la luz del sol y el sotobosque ha podido prosperar. El arroyo, pese a las lluvias que en toda España han estado cayendo sin cesar estas semanas, no trae el caudal que yo pensaba, asemejándose más al de principios de otoño, antes de que las lluvias lo alimenten....

El esperado otoño

Imagen
      Mediados de octubre y empieza el otoño. El bosque caducifolio empieza a cambiar de color; ya lo hacían los álamos y los fresnos, pero ahora, tímidamente, el robledal y el hayedo comienzan a vestirse con los ocres otoñales. La apertura de esta temporada otoñal ha arrastrado aún los rigores del estío hasta hoy, que los céfiros han comenzado a soplar para atraer las nubes que transportarán esas lluvias que el terreno necesita. El suelo, incluso aquí en la Cordillera Cantábrica,   tiene sed.     El amanecer no es como el atardecer, pero a simple vista presentan un atuendo de colores similar; hay que ahondar, sumergirse de lleno en esta fase temporal para darse cuenta de las notables diferencias que presenta cada momento del día. Para mí el declinar del sol trae consigo sosiego y quietud pues la noche que lo sigue es cuando el mundo de los hombres se detiene y comienza el de esa naturaleza a la que hemos constreñido. Sin embargo al amanecer le ...