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Los "Picos" más recónditos al lado mismo del bullicio veraniego.

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      Puedo imaginarme el trasiego de personas que estarán recorriendo a estas horas los primeros tramos de la pista que une el alto del teleférico con el collado de los Horcados Rojos o el hotel de Áliva, en las praderías a los pies de peña olvidada. Imagino las largas colas de gente aguardando el momento de subir hacia el alto en la cerrada cabina del citado transbordador montañero para disfrutar en pocos minutos del espectacular viaje remontando el desnivel que les va a conducir hasta el punto, lo suficientemente lejos del valle y lo suficientemente cerca del cielo, donde vislumbrar el espectacular horizonte montañoso que desde allí alcanzas a divisar.     Puedo también imaginar   la fila de excursionistas que hoy estarán recorriendo la ruta del Cares y disfrutando entre las paredes encajonadas del espectáculo que supone estar a medio camino del río que separa el macizo central del occidental y las altas cumbres de ambos, o el bullicio que ha...

Nuestra relación con el oso

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      Nuestra común historia con los osos comienza hace muchos años; se habla de más de un millón de años cuando los primeros homínidos pisaron Europa, procedentes de África, y se toparon con el Ursus dolinensis (probablemente originario de Asia). Posteriormente fue el Ursus deningeri quien convivió con los descendientes de esos primeros homínidos (hace entre 600.000 y 200.000 años). El paralelismo entre ambas especies es asombroso: la búsqueda de frutos en verano y otoño, la caza y aprovechamiento de otros animales, usaban las mismas cuevas (interesantes hallazgos en Francia, en la cueva de Chauvet o en la más cercana y nuestra Altamira) y recorrían largas distancias para hallar alimentos.     Casi simultáneamente al homo Neanderthalensis, aparece el oso de las cavernas (Ursus spelaeus), cohabitando en Europa durante miles de años. El neandertal empieza a perfeccionar sus técnicas de caza y armas, adquiriendo capacidad para dar muerte a los osos. ...

Ver o sentir osos.

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      Si excluimos a Rusia (no por ideología política u otras cosas, sino porque algunas estimas hablan de unos 140000 osos y aún hay lugares casi sin explorar), en Europa existen 8 poblaciones con un número aproximado de 16.000 osos, repartidos en 22 países:           La Escandinava-Báltica -Carelia: 3400-1700-700 animales como población estimada          Cárpatos: 7200 de población estimada          Alpes dináricos-Pindo: 3000 de población estimada          Balcanes orientales: 600 de población estimada          Apeninos-Abruzos: 50 de población estimada           Alpes (Trentino): 60 de población estimada          Pirineos: 70 de población estimada          Cordillera Cantábrica: 300 de población estima...

El oso, ese animal que comparte mi territorio y con el que prefiero no encontrarme.

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     Tengo que hablar del oso, un animal al que persigo con denuedo, pero con el que no quiero toparme. Siempre me ha emocionado encontrar sus huellas por la montaña, compartir ese territorio sabiendo que está ahí, vigilando mis pasos sin que yo lo perciba, pero nunca me ha apetecido salir a su encuentro. Con saber que está es suficiente para que el valor paisajístico del entorno se multiplique y me proporcione sensaciones indescriptibles caminar por su territorio.     No voy a describir al oso pardo, ya que si estás leyendo esto, sabes perfectamente cómo es el plantígrado y si te cruzas con uno, seguro que lo reconocerías (permítaseme la chanza).     Lo que igual no sabe ya todo el mundo es que se trata de un mamífero, de la familia de los úrsidos y de la orden carnívora. Pese a que su alimentación consta en gran parte de frutos y vegetales, la presencia de muelas carniceras le hace pertenecer a ese orden, alimentándose si hay ocasión de c...

Primera post-confinamiento: Viarce y Peña Sol

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     Tres meses sin ver la montaña, sin alcanzar a ver más relieve que los edificios que emergen del asfalto de mi ciudad y un pequeño respiro un par de semanas antes de que nos abrieran las celdas imaginarias donde pude al menos ver un poco de la primavera en mi provincia campando alrededor del embalse del Bajoz o por los senderos de los montes cercanos a las riberas del Duero.      ¿Por qué el valle de Viarce para volver a tomar contacto con la naturaleza? Quizás por el mismo motivo que escogí la cercana sierra de Corisa para mi último paseo antes del eterno confinamiento. Por disfrutar de una naturaleza prístina, alejada del velo de la masificación.      Cruzando el Pisuerga dejas atrás la última edificación, a partir de ahí la montaña es mi única compañía, ninguna estridencia proveniente del ser humano afeará el paseo. Sobre los prados aún primaverales destacan elevaciones de escarpada silueta ya sin nieve. Montañas modestas en ...

Formar parte del paisaje o cómo ser tú mismo en la montaña

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  ¿Alguna vez te has parado a pensar qué dicen de ti aquellos con quienes te cruzas o a los que adelantas en tus entrenamientos por la montaña?     “Ese no sabe disfrutar de la montaña” dicen unos al verte sufrir apoyado en tus rodillas y sin apenas poder levantar la mirada de los refuerzos que tiene la puntera de tus zapas de trail.     “no me extraña que haya accidentes” apuntan otros cuando te ven volando mientras desciendes por una canal negociando con el cuerpo cada traspiés.     “Este no estuvo ayer en la travesera” comentan orgullosos quienes aprovechan los días posteriores a esa carrera para disfrutar del entorno de una manera más relajada.     “Ahí tenía que estar yo si no fuese por este dichoso dolor de rodillas, aunque con otro ritmo, que la cuesta no es para tanto” fantasea aquél con quien te cruzas mientras desciende la ladera que tanto le costó horas antes ascender y que por supuesto ha olvidado todas...

De aves y bosques talados

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      Pocas veces puede una persona presumir de haber visto, desde un mismo punto, pero en diferentes fechas, a dos de los animales más emblemáticos y amenazados, a la par que protegidos, de nuestra fauna.     Desde las peñas de la Chorranca , en lo más profundo del pinar de Valsain, tan solo he tenido que mirar hacia el cielo para ver, con el trasfondo azul del firmamento, la silueta de un águila imperial y la de un buitre negro. Este último volaba en pareja un día a principios del mes de febrero. Sus siluetas circundaban toda esa parte del pinar que no goza de la máxima protección que hubiera requerido si se contase dentro del Parque Nacional. Un pinar que desde su posición, arriba en el cielo, igual semeja un alfombrado tapiz verde que trepa por la ladera hacia Peñalara antes de desnudarse ésta y mostrar la blanca vestimenta invernal que cubre sus prados y roquedos para culminar en la cumbre de la Sierra. Pero mi situación, en la tierra, dentro del bosque...